La Otorrinolaringología Antroposófica sólo puede ser ejercida por un médico especializado debidamente como otorrinolaringólogo.

Las patologías de la nariz, garganta y oído son consideradas dentro del gran contexto que es ese ser humano-paciente. Por ejemplo, en la hipertrofia de adenoides se presta atención a la constitución del niño y el tratamiento apunta hacia la causa real y no al síntoma. Así,  la causa real es que el paciente no está vinculando correctamente su ser anímico con lo corporal y, por lo tanto, desarrolla síntomas y signos como falta de atención o postura incorrecta.

Las enuresis, por ejemplo, no se mejoran extirpando quirúrgicamente las adenoides. Desde la medicina antroposófica, con el tratamiento, se pretende lograr una buena inserción de lo anímico-espiritual en el cuerpo y con ello los síntomas se atenúan o desaparecen.